domingo, noviembre 18, 2012

Tú...

El argentino trinar
de tu voz
es una dulce melodía
para mis oídos.
Déjame escucharte.

El perfume penetrante
de tu dulce aroma
al que se acostumbró mi olfato,
puede distinguir tu presencia.
Déjame olerte.

El beso apasionado,
que en todo momento nos damos
es una de las tantas muestras
de la profundidad de nuestro cariño.
Déjame besarte.

El hacer el amor contigo
es mi bálsamo constante.
Sentirnos uno del otro,
cielo, es agradecer a la vida.
Déjame amarte.

El respeto que te profeso
y el que nos brindamos mutuamente
nos permite vivir con ternura
y en armonía, adornando nuestras vidas.
Déjame respetarte.

Imagen sólo a título ilustrativo

1 comentario:

Senén dijo...

Angel querido, anda al cardiólogo...TANTO DARLE AL AMOR...
Preciosa tu alma, lo que se traspasa al papel,es como dijo Jesús..."DE LA ABUNDANCIA DEL CORAZÓN , HABLA LA BOCA".
Segro que tus hijas y tus nietos y nietas, TE ADORAN...Tienes un corazón de manjar, se nota. FELICIDADES.