miércoles, marzo 25, 2009

La venganza

Hasta lo más profundo de mi ser
me reclama venganza.
Me dicen que por ser tú la causante
de todos mis desvelos, debes pagar.

Pagar de la misma forma
en que has sumido mi existencia.
No vivo, no río, no duermo, sólo,
abatido, triste, me la paso pensando en ti.

Pero créeme, sóla, abatida, triste,
así yo no te quisiera ver
aunque brote de todo mi interior
esa bronca , mezcla de ira y dolor.

No sé si es amor u obsesión,
o lo que fuere…lo que me atormenta.
Sé que me lleva a la extrema locura,
de clamar venganza, en mi inconsciencia.

A orillas del mar

Abro mi ventana
desde un décimo quinto piso.
Todos mis sentidos alertas
están.

Una y otra vez
respiro hondamente
tratando tu brisa marina
atrapar.

Una y otra vez
siento el viento golpear
sobre mi ventana
y al mar …agitar.

Una y otra vez
diviso, como hormiguitas
a la gente ir, venir,
pasar.

Como elementos dispersos
de un universo
de otro día que pasa
a orillas del mar

Que nunca callen las letras

Quizás ya te cansaste de leer
siempre las mismas metáforas
de amor, de odio y de otros sentimientos,

Talvez ya no te inspira leer poesía,
como lo era antes, para tí, un deleite.
¿Es que ya esas palabras no te llegan acaso?.

Algo ocurrió en tu persona,
tu sensibilidad se ha adormecido
y has perdido hasta tu romanticismo.

Me preocupa, amor, me preocupa
que ya no sientas nada por ella
si solo ayer la poesía llenaba nuestras vidas.

Todos los días intento entenderte
por eso, por respeto, guardaré silencio
pero no permitiré que hagas callar las letras.

Porque cuando las letras callen
no tendrá de qué hablar el mundo
y entonces nuestro espíritu mortal se hará.

Te pido, amor, reacciona,
no te dejes abatir por resentimientos
pues, sin poesía, ¿ qué sería de la vida ?

No, no, que nunca callen las letras…
recuerda, amor, mientras la poesía sea vida
el alma inmortal siempre será.