jueves, junio 02, 2011

Estás vacía




















La noche se hace densa
mis ojos luchan
por ver en la oscuridad
y sólo pueden ver
la negrura de tu alma
que una vez más
logró mi corazón
engañar.

La noche me hizo ver
lo vacío de tus sentimientos.
Nada te conmovió,
ni aun el escuchar
mis palabras de amor
que impávida recibías
tal cual como recibe
el cactus a su flor.

Yo ni cuenta me daba
de tu fría indiferencia.
Traté de convencerme
de que sólo era pasajera,
pero tus besos, de labios fríos,
y tu otrora bella mirada,
ahora esquiva e inexpresiva
demostraron mi profundo error.

Que no me querías
y que nunca me quisiste.
Sólo para ser compañía de tu soledad
aceptaste que te brindara mi cariño
y yo iluso, ciego de amor por ti,
como condenado a pasión perpetua,
me dejé embaucar, inocentemente,
hasta enredarme en tus redes y creer morir.

                                                     Estás vacía, mujer.
                   


La mujer mancillada

















Con una mueca de odio indecible,
con un llanto seco, de esos sin lágrimas,
con su corazón herido, en lo más profundo,
lentamente, cabizbaja, sin rumbo, deambula.
No sabe si flota en el aire
o camina, sin sus pies, sobre la tierra.

Nunca nada ni nadie le hizo temblar,
ni nunca imaginó recibir tanto daño
como en aquel siniestro momento,
que a más de dolor, es un tormento
que anhela lo más pronto olvidar.
cual marca que algún día dejará atrás.

Su dignidad y orgullo fueron pisoteados.
Su  condición de mujer, ultrajada fue,
cuando aquel demonio disfrazado de hombre,
usando fuerza y violencia, que no tiene nombre,
enajenado, casi hasta la inconciencia
hizo uso de ellas para saciar sus apetencias.

No sabe, en realidad, que le deviene el futuro,
tampoco sabe, en realidad, cómo acallar su conciencia.
Sólo sabe que una y otra vez vuelven, cruentos,
cual horrorosa tortura, aquellos atroces momentos
en que aquel cínico violador la mancillara
truncando para siempre su vida en un drama.

Resiste, mujer. Tu fuerza y coraje te permitirá renacer renovada.
Mi sentir, como homenaje para todas aquellas mujeres mancilladas

Amor por siempre




















Busco Paz
mi espíritu necesita aquietarse
y yo,
impotente de sujetarle,
no puedo impedir
que deambule,
buscándote,
en todo lo etéreo,
en toda esa dimensión
que captura cada uno de mis recuerdos
desde aquel mismo momento
en que nuestros caminos
se cruzaron por el azar.

Ansío encontrar esa Paz.
Creo será la única solución
para que cada uno de mis poros
dejen de abrirse para ti.
Sabes que no puedo
detener mis pensamientos.
Te quiero seguir viendo
tal cual te conocí.
Te extraño mucho, amor,
no sé si me podré sobreponer.
Me resulta muy difícil
acostumbrarme a tu ausencia
y te diré algo, mi bien,
envidio que hayas encontrado la Paz
mientras yo…en este mundo terreno
la debo seguir buscando.


Sin precio

Casi al filo de la noche
rayando el amanecer
se desvanecía mi sueño,
casi como la volatilidad
de un amor pagado
que en un abrir  y cerrar de ojos
se esfuma, en la vida
de aquel que soñando quiere
ser el amante fugaz
de una fría meretriz
que le sacia los deseos
incontenibles
de locas fantasías,
que acaban con la erupción
de un activo volcán.
De pronto,
al despertarme,
viendo la soledad que me rodea
también quiero ser volátil,
como el aire que nos alimenta,
y por tu amor, pagarte
por compartir una noche plena,
plateada, de luna llena,
en mi inquieto sueño
aun a sabiendas
que tu amor,
no tiene precio.