Soy el germen
de tu semilla
que plantaste un día
buscando tu descendencia.
Soy un trozo
de tu ser
desdoblado a tu imagen
que solo pretende continuar tu presencia.
Soy un punto más
de tu acercamiento hacia la Luz
que verás algún día fundirse
junto a ti, encandilándote, en silencio.
Soy un nimio ser
ante la inmensidad de tu Universo
en el que sólo gravita nuestra madre,
y nosotros, tus hijos, como elementos.
Padre Mío
que me diste a la vida
atesora, éste, mi sentimiento,
de perpetuarte, mientras viva.
Te amo, Papá