No sé cuántas veces
me hicistes sentirme humillado.
No sé cuántas veces
acepté tus reproches, aunque equivocados.
Tu sabías que podías
aprovecharte de mí.
Conocías el inmenso amor
que yo sentía por ti.
Pero eso no te daba derecho
a confundir tantas situaciones.
Respeto, comprensión, emociones
jamás en ti fueron considerados.
Hoy que no estás a mi lado,
talvez junto a otro: compararás
lo que eres y lo que tienes
con lo que tuvistes y nunca más tendrás.
Eso…tú lo sabías.
Si cuando tienes hambre
y nadie te ofrece un mendrugo.
Si cuando tienes frío
y nadie te ofrece un abrigo
…entonces estás solo.
Si cuando tienes una pena
y a nadie se la puedes contar.
Si cuando tienes una alegría
y a nadie se la puedes contagiar
...entonces estás solo, muy solo.
Si cuando ya no tienes más fuerzas
y no hay nadie que te pueda alentar.
Si cuando ves que todo está tan perdido
y a nadie le importas ya
…entonces estás solo, muy solo, en completa soledad.
Sólo tú sabes mis angustias,
sólo tú sabes mi desesperación.
No es posible que a mis años
no halla encontrado a la vida, razón.
Siempre intenté “ser humano”
y al prójimo siempre me dí.
Fueron tantos sinsabores,
pero todo lo hice por Ti.
Desde pequeño me enseñaron
mis padres a venerarte a ti
y es el respeto y amor que hoy te guardo
lo que me ha ayudado a sobrevivir.
Hoy más que nunca te necesito:
Sé que moras en mi hogar.
Has tocado a mi esposa y a mis hijos,
por ellos y por todo el mundo es que no dejo de orar.
Sólo tú sabes, Señor Mío.
Alcánzame esa estrella
mira qué azul nuestro cielo andino.
Tócala con tus dedos
así es, amor, tu cielo.
Rompe, por favor, este silencio
que hace más ruido que un suspiro.
¿No oyes acaso a esa estrella
que clama por ser mi centro?.
Frío, luz, espacio inmenso.
¿Te dije que eras mi todo, mi infinito?
Tiempo, vida, muerte,
un adiós, una oración, mi Dios.
Hombres unidos, países sin fronteras,
cielo común, de todos son los astros
solidarios y hermanados.
Señor, alcánzame esa estrella.
Llovía…
sobre mi alma también llovía
mientras un trueno retumbaba en mi ser
volví a apreciar la vida.
Sufría…
acongojadamente lloraba mi espíritu
tratando de entender ese, tu desprecio,
mientras caminaba por la calle absorto…llovía.
Quería…
que fueras tú mi sendero
mi única luz hacia la verdad
sin embargo, me rehuías
mientras mi alma entera …sufría.
Sentía…
todo el vacío de mi existencia
no soportaba aún mi paciencia
esperando lo que de la vida quería.
Podía…
seguir sufriendo mi pena en silencio
pero por cuánto tiempo, por cuánto tiempo,
mientras afuera…llovía….y…llovía.
No sé cuántas veces
